Todos queremos tener una boca sana y unos dientes blancos, pero a menudo, flaqueamos a la hora de cumplir con las recomendaciones para conseguir una adecuada salud bucodental.
1. Cepillarse los dientes tras cada comida.
Para lograr una adecuada salud bucodental, la acción fundamental que debemos realizar es la de cepillar los dientes. Pero, a veces, ni cepillamos de la forma correcta, ni cumplimos con el tiempo recomendado. Por ello, hay que recordar que el cepillado debe realizarse durante, al menos, 2 minutos, tras las 3 comidas principales.
Para no olvidarnos de limpiar ninguna zona, es recomendable dividir la boca en 4 cuadrantes imaginarios, e ir cepillando cada cuadrante por separado durante 30 segundos, y no pasar al siguiente hasta completar el anterior. En este sentido, los cepillos eléctricos aportan una herramienta útil que es el temporizador, que va controlando e indicándonos cuándo podemos cambiar de cuadrante al haber cumplido con el tiempo recomendado.
Para limpiar los dientes, también refrescaremos la memoria al decir que la limpieza se realiza en las 3 caras accesibles del diente: la cara interna (más cercana a la lengua), la cara externa (más cercana a los labios) y la superficie por la que masticamos.
El arrastre mecánico de la placa con el cepillado es el mejor mecanismo de limpieza. En este sentido, los cepillos eléctricos han demostrado mayor capacidad de eliminación de placa que los manuales.
Además de los dientes, hay que limpiar la lengua y la zona entre las encías y diente (en esta zona comienza la acumulación de bacterias, que termina inflamando las encías y provocando la frecuente enfermedad periodontal).
También, debemos pasar el cepillo por el paladar y la zona bajo la lengua.
Trataremos de no ejercer excesiva presión en la zona de las encías, ya que favorece su retracción. Muchos cepillos eléctricos incorporan un sensor de presión que emite un aviso si excedes la presión adecuada.
2. Renovar el cepillo o cabezal de cepillo eléctrico con regularidad.
Con el uso, se ha demostrado que pierden eficacia a la hora de eliminar la placa de la superficie dental, y ahí estaríamos comprometiendo nuestra salud bucal. Por ello, es recomendable cambiarlos cada 3 meses.
3. Utilizar una pasta dental con flúor.
Éste actúa como una supervitamina para los dientes fortaleciendo el esmalte y evitando la aparición de caries, y así colabora en el mantenimiento de una adecuada salud bucodental.
4. Usar cepillos interdentales y/o hilo dental.
El espacio interdental es, a menudo, otro gran olvidado en la limpieza bucal. En estos pequeños espacios que existen, a nivel de la encía, entre los dientes, se suelen quedar restos de alimentos, a los que es difícil llegar con los cepillos. Es recomendable introducir como rutina su uso tras el cepillado, y así, asegurarnos que no dejamos ningún área sin cubrir.
5. Utilizar un irrigador dental.
A través de los chorros finos de agua a presión que produce, se pueden alcanzar los espacios interdentales y la zona entre las encías y el diente, favoreciendo una limpieza más completa. Se recomienda usarlo, al menos, una vez al día (preferiblemente por la noche), tras el cepillado. Es uno de los grandes aliados en la limpieza bucal. Cuando lo pruebas, ya no puedes dejar de utilizarlo.
6. Usar enjuagues bucales o colutorios.
Resultan útiles para completar la limpieza, aunque no son una herramienta de primer orden como las anteriores. Cuando hay sensibilidad dental o inflamación de encías pueden ayudar a reducir los síntomas. Hay que tener en cuenta que no se debe abusar de los enjuagues con clorhexidina, ya que tiñen de amarillo los dientes, y esas manchas solo se quitan con tratamientos específicos de limpieza en las clínicas dentales. Por eso, es mejor utilizarlos solo por indicación del dentista.
7. Masticar chicles sin azúcar.
Utilizados tras las comidas, ayudan a contrarrestar el aumento de acidez que se produce, protegiendo frente a las caries.
8. Alimentación sana y variada.
Para una buena salud bucal, se recomienda una adecuada ingesta de lácteos, frutas, verduras y pescado. Somos lo que comemos, y la alimentación forma una parte clave a la hora de mantener una adecuada salud bucal.
9. Evita picar entre horas alimentos/bebidas dulces.
10. Acudir a revisiones con el dentista cada 6 meses.
Aunque no nos suele gustar ir a estas revisiones, son necesarias para asegurarnos del mantenimiento de una buena salud bucodental, y en caso de detectar alguna alteración, poder corregirla a tiempo, antes de que aparezcan complicaciones.
Puedes completar esta información leyendo las diferencias entre un cepillo manual y uno eléctrico o mirando las comparativas de cepillos eléctricos que hemos elaborado.
Antes de nada, quisiera darle la enhorabuena por su página. Quisiera preguntarle si los irrigadores son recomendables para todo el mundo o sólo para los que tengan un problema concreto en dientes y encías?
Gracias
Gracias Jose!
Los irrigadores ayudan a mantener una adecuada higiene bucodental, por lo que es recomendable en todos los casos. En las personas que tienen algún tipo de patología dental, enfermedad de las encías o llevan ortodoncia, además de recomendable, es necesario para mejorar, o al menos no empeorar, la salud bucal.
Un saludo!