Si estás aquí es porque quieres saber qué es un irrigador dental y cómo puede ayudarte a mantener una buena salud bucal.
Y es que realizar una buena higiene bucodental no sólo hace que tu sonrisa sea más bonita, sino que también tiene un impacto significativo en tu salud general.
En España, 1 de cada 3 adultos padece la enfermedad de las encías, aunque muchos lo desconocen. En este trastorno, se produce inflamación o sangrado en las encías, y en fases avanzadas, la pérdida del diente. Una de las causas es tener una mala higiene bucodental.
Para mejorar la salud de tu boca, puedes complementar el cepillado diario con el uso de un irrigador dental. En esta entrada del blog, hablaremos de qué es un irrigador dental, cómo se usa, cuáles son los beneficios y también las posibles contraindicaciones.
¿Qué es un irrigador dental?
Un irrigador bucal es un dispositivo que utiliza un chorro de agua a presión para limpiar los dientes y las encías con una intensidad regulable. De esta forma, llega a espacios a los que no llega el cepillo de dientes.
Se trata de un complemento perfecto del cepillo dental, no un sustituto del mismo. Lo ideal es utilizar ambos: un cepillo de dientes (preferiblemente, un cepillo eléctrico) y un irrigador.
¿Para qué sirve el irrigador?
Unas vez que ya sabes qué es un irrigador dental, debes saber que sirve para realizar una limpieza bucal más profunda que la que realiza un cepillo de dientes (manual/eléctrico), ya que permite acceder al espacio interdental (entre 2 dientes contiguos), y al espacio que existe entre las encías y el diente (espacio periodontal).
¿Es bueno usar el irrigador bucal?
Aunque todavía es un gran desconocido en muchos hogares, la realidad es que el uso del irrigador proporciona numerosos beneficios en tu salud bucal. De hecho, son tales sus ventajas que en todas las consultas de dentista cuentan con uno.
Algunos de los principales beneficios del irrigador bucal son los siguientes:
Mayor reducción de la placa bacteriana
El irrigador puede eliminar más bacterias de las que se eliminan solo con el cepillado dental. De esta manera, se elimina de forma más efectiva la placa, que posteriormente puede ser el origen de complicaciones (sarro, caries, enfermedad de las encías).
Encías más saludables
El irrigador llega a una zona a la que no puede acceder un cepillo dental, y nos referimos al espacio periodontal o bolsas periodontales. Cuando se inflama este espacio por acumulación de bacterias se puede desarrollar una gingivitis (externamente, solo verías las encías más enrojecidas), que es el primer síntoma de la enfermedad de las encías. Además, el irrigador, al aplicar un chorro de agua a presión, ejerce un masaje suave sobre las encías, favoreciendo la circulación en las mismas.
Dientes más blancos
Como el irrigador utiliza un chorro de agua a presión, ayuda a eliminar las manchas dentales, por lo que tus dientes lucirán más blancos.
Mayor sensación de limpieza bucal
La sensación que tienes cuando usas un irrigador es la de una limpieza mucho más profunda y completa que la que obtienes cuando utilizas solo un cepillo de dientes. Además, la boca se siente más fresca y tiene menos riesgo de halitosis.
Prevención de enfermedades bucales
Una mejor higiene bucodental te puede ayudar a evitar o retrasar la aparición de enfermedades, tales como las caries, la enfermedad periodontal o la hipersensibilidad dental.
¿Quién debe usar un irrigador bucal?
Cualquiera puede usar un irrigador dental si desea tener una limpieza bucal más profunda, pero resulta especialmente útil en determinadas situaciones, como veremos a continuación.
Enfermedad de las encías o enfermedad periodontal (periodontitis)
Se trata de una enfermedad que cursa inicialmente con inflamación asintomática de las encías, y posteriormente pueden aparecer otros síntomas como el sangrado con el cepillado, e incluso la pérdida del diente.
Aunque los estudios revelan que hasta el 80% de los adultos europeos presentan enfermedad periodontal, la mayoría de ellos no sabe que lo padece, y por tanto, no hace nada para mejorar su situación.
Y hay que tener en cuenta que la salud bucal influye de forma muy significativa sobre la salud física general. Tanto es así que la presencia de enfermedad de las encías aumenta el riesgo de otras patologías como las enfermedades cardiovasculares (infarto cardíaco, ictus –infarto o hemorragia cerebral-, etc.) y la enfermedad de Alzheimer.
Por eso, es recomendable que las personas que padecen periodontitis extremen su higiene bucal, de esta manera, podrán evitar o retrasar las posibles complicaciones.
Excesiva o frecuente producción de sarro/caries
Hay personas que tienen una tendencia más marcada a producir mayor cantidad de sarro, y por tanto, también desarrollan caries con más facilidad.
Recuerda que la principal causa de la enfermedad periodontal es la placa, una película pegajosa de bacterias que se acumula en los dientes. Si la placa no se elimina con regularidad, puede convertirse en sarro. Éste puede irritar y provocar la inflamación de las encías y caries.
Ortodoncia (personas que tengan brackets) o implantes dentales
Las personas que tienes brackets o implantes dentales tienen más riesgo de tener una peor higiene bucal porque tienen un material extraño en la boca. Este tipo de materiales dificulta el acceso del cepillo dental a las zonas más difíciles, y además, favorece que se adhiera la placa sobre ellos, que será el origen de los problemas comentados anteriormente.
Hipersensibilidad dental
La limpieza proporcionada por el irrigador aunque es profunda, no daña el esmalte, por lo que está indicada especialmente en aquéllas personas con hipersensibilidad dental.
Halitosis
La halitosis o el mal aliento puede deberse a multitud de factores. De ellos, el más común es una mala higiene bucodental. Si no realizas una limpieza adecuada y profunda, las bacterias y los gérmenes no desaparecerán, y es frecuente que aparezca mal aliento.
Contraindicaciones para el uso de un irrigador bucal
Es un dispositivo muy seguro, por lo que existen muy pocas contraindicaciones para el uso del irrigador dental. Éstas son:
Úlceras, llagas o aftas
No se debe aplicar el chorro de agua a presión sobre esas lesiones porque puedes empeorarlas.
Ausencia de capacidad para orientar adecuadamente la boquilla dentro de la boca y realizar un uso correcto
Un mal uso puede originar inflamación y heridas en la encía.
Cualquier motivo por el que su dentista/odontólogo o médico le recomiende no utilizarlo
En ocasiones, en el periodo inmediato tras una cirugía oral o tras la colocación de implantes, el médico u odontólogo puede recomendarte que no lo utilices durante un periodo de tiempo determinado.
Si se usa adecuadamente y se produce dolor, inflamación o sangrado de encías, habitualmente es porque existe una patología de base (gingivitis o periodontitis). Si has reducido el nivel de intensidad y persisten los síntomas, es recomendable que consultes con tu dentista.
Tipos de irrigadores dentales
Se distinguen fundamentalmente 3 tipos:
Irrigadores de sobremesa
Son los que se utilizan de forma más frecuente. Requiere conexión a la red eléctrica a través de un enchufe. Son los que ofrecen un mejor resultado por tener habitualmente más potencia y más opciones de ajuste (intensidad y modalidad del chorro de agua).
Irrigadores portátiles
Estos irrigadores tienen un depósito de agua de menor tamaño porque el dispositivo es más pequeño y, en ocasiones, menos potencia y/o menos opciones de ajuste. Está pensado para llevarlo de viaje por su menor volumen y peso. No suele necesitar estar conectado a la corriente durante su uso. Los más modernos vienen con batería recargable.
Adaptadores del grifo con función de irrigador
Es un dispositivo que se engancha directamente al grifo. No tiene un motor propio. Tienen normalmente menos funcionalidades que los 2 anteriores.
¿Cuándo se usa el irrigador dental?
Lo más útil es utilizarlo después del cepillado, aunque hay personas que encuentran beneficios también cuando lo usan justo antes del mismo. Tras el cepillado, ayuda a eliminar los restos de alimentos localizados en sitios de difícil acceso para un cepillo de dientes.
¿Cuántas veces al día se usa el irrigador dental?
Se puede utilizar después de cada cepillado dental (3 veces al día), o solo tras el cepillado dental de la noche.
En caso de solo poder realizarlo una vez, es recomendable hacerlo por la noche. De esta forma, puedes garantizar una limpieza bucal más exhaustiva durante el período más largo que tenemos hasta el siguiente cepillado. Así, evitas que los restos de alimentos que el cepillo de dientes no ha podido eliminar, se queden durante tantas horas en contacto con el diente y la encía.
Irrigador dental: ¿Cómo usarlo?
- Lo primero que tendrás que hacer es leer las instrucciones y las especificaciones técnicas de tu irrigador, ya que hay ciertas características que van a depender de cada dispositivo (potencia, niveles de ajuste de presión del chorro de agua, número y tipos de boquillas, etc.). Pero no te dejes abrumar por toda esta información porque la realidad es que cualquier persona puede utilizar este tipo de aparatos.
- Si tu irrigador es de sobremesa, tendrás que enchufarlo a la corriente para poder utilizarlo. Si es portátil, habitualmente requerirá que lo hayas cargado previamente para poder usarlo.
- Para utilizar el irrigador, llene el depósito con agua tibia (es opcional añadir una pequeña cantidad de colutorio o enjuague bucal).
- Introduzca la boquilla en la boca y dirige el irrigador en un ángulo de 45 grados hacia la línea entre la encía y el diente.
- Aproxima los labios porque de otra manera, empezarás a salpicar por todas partes (te lo digo por experiencia…).
- Pulsa lentamente el botón. Si tu irrigador tiene distintas intensidades pruébalas y decide cuál utilizarás. Usa una en la que notes la sensación del chorro de agua, pero que no te resulte molesta ni dolorosa.
- Guíe suavemente el irrigador de manera que recorras cada espacio interdental y cada espacio existente en la unión entre la encía y el diente. Recuerda que debes hacerlo tanto por la cara externa como por la cara interna del diente. Este proceso puede realizarse en 2-3 minutos, aunque en ocasiones, se demora algo más.
- Apaga el aparato.
- Seca la parte externa del dispositivo si tiene salpicaduras. Puedes dejar secar al aire el deposito (no lo guardes estando húmedo porque creará moho).
¿Pueden utilizar el mismo irrigador dental dos personas?
Si tu objetivo es que el irrigador sea utilizado por 2 personas, escoge un modelo que tenga varias boquillas (al menos 2). De esta forma, podéis hacer una marca en una de ellas para poderla diferenciar de la otra.
¿Qué es mejor: usar el irrigador o el cepillo interdental?
El irrigador bucal ha demostrado ser más efectivo en eliminar la placa y reducir el sangrado de las encías que el cepillo interdental. Aunque si no vas a usar el irrigador tras cada cepillado bucal, puedes utilizar en el resto cepillo interdental para completar la limpieza.
¿Qué es más efectivo: el irrigador o el hilo dental?
Al igual que sucede con los cepillos interdentales, el irrigador bucal ha demostrado ser hasta un 50% más efectivo que el hilo dental, en cuanto a la reducción de enfermedades y sangrado en las encías. También resulta más potente a la hora de eliminar la placa bacteriana que ambos (cepillos interdentales, hilo dental).
Mejores marcas de irrigadores bucales
Si estás buscando un buen irrigador bucal, te recomiendo que elijas uno de una marca de confianza y que lleve muchos años en el mercado.
Aunque muchas las marcas que fabrican irrigadores bucales, hay 2 que destacan entre ellas:
– El irrigador Waterpik.
– El irrigador Oral B.
Irrigador dental: precio
Puedes encontrar irrigadores dentales de las marcas más conocidas como Oral B o Waterpik por un precio que ronda los 60-100 euros.
Sin embargo, existen opciones más económicas (entre los 30-40 euros), de marcas menos conocidas, ideales para los bolsillos más ajustados.
¿Dónde comprar un irrigador dental?
Puedes comprar un irrigador bucal en grandes establecimientos, farmacias y páginas web como Amazon. Recuerda que esta última también es el lugar donde comprar los recambios de los irrigadores Waterpik y Oral B, aunque las boquillas tardan mucho en deteriorarse.
En Amazon encontrarás habitualmente los precios más competitivos del mercado, con envíos y devoluciones gratuitas en miles de productos.
Conclusión
Una de las mejores formas de prevenir la formación de placa y sarro, además de mejorar la salud de las encías, es utilizar un irrigador dental. Es el complemento perfecto del cepillo eléctrico y la pasta de dientes con flúor para conseguir una buena salud bucodental. Además, como usuario de uno desde hace años, te puedo decir que es económico y muy efectivo. El mío lo tengo desde hace 5 años, lo uso a diario, y funciona como el primer día.
Recuerda que nunca es tarde para introducir el irrigador en tu rutina de higiene bucal. Una buena salud bucal es importante para tu salud general, y el uso de un irrigador dental puede ayudarte a conseguir ese objetivo.
Mantén tu boca sana cepillándote los dientes y utilizando el irrigador bucal con regularidad, tus dientes y encías te lo agradecerán.
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